Las personas inteligentes tiene una reputación de cometer errores tontos, especialmente en situaciones que requieren sentido común. Lo simple de esas situaciones y la - supuestamente - abundante inteligencia de quienes cometen esos errores, las convierte en algo absurdamente cómico.
El sentido común no es tan común"- Voltaire
En sus estudios Frederick les hace preguntas simples a las personas, como la siguiente:
Un bat de béisbol y una pelota cuestan un dólar con diez centavos. Si el bat cuesta 1 dólar más que la pelota, ¿Cuánto cuesta la pelota?
Las personas inteligentes tienden a cometer errores tontos debido a puntos ciegos en su manera de aplicar la lógica. Esos puntos ciegos existen porque estas personas tienen demasiada confianza en sus habilidades. Es decir, están tan acostumbrados a tener la razón, que contestan sin darse cuenta que no lo están razonando lo suficiente.
Cuando Frederick le hizo la pregunta del bat y la pelota a estudiantes de Harvard, Princeton y del MIT, más de la mitad contestaron mal. Incluso estudiantes de las universidades más prestigiosas del mundo cometen errores estúpidos.
Se que soy inteligente, porque se que no se nada." - Sócrates
1. Las personas inteligentes son extremadamente confiadas en sí mismas
Una vida de elogios y palmaditas en la espalda lleva a estas personas a tener una fe inquebrantable en su inteligencia y capacidades. Cuando tienes muchos logros y la gente alimenta tu ego, es fácil esperar que las cosas siempre saldrán bien. Pero es una expectativa peligrosa, a las personas inteligentes se les dificulta darse cuenta de cuándo necesitan ayuda, y tienden a pensar que nadie es capaz de brindársela.
2. Exigen demasiado de los demás
Una persona inteligente resuelve las cosas rápido, le es más fácil todo, por lo mismo, no se logra explicar por que a los demás les toma más tiempo y esfuerzo realizar las mismas tareas, y debido a eso, los presionan más. Las personas inteligentes suben demasiado las expectativas y cuando los demás tardan demasiado o no logran concluir una tarea, simplemente asumen que se debe a que no se esforzaron lo suficiente. De modo que los presionan aún más y de esta manera fracasan en ayudar a los demás a conseguir las metas deseadas.
3. Necesitan siempre tener la razón
Si es difícil para cualquier persona aceptar que está equivocada, es aún más para una persona inteligente que creció acostumbrada a tener la razón todo el tiempo, tanto, que ya se convirtió en parte de su personalidad. Para una persona inteligente, estar equivocado puede sentirse como un ataque personal, y tener la razón, una necesidad.
4. Carecen de Inteligencia Emocional
La inteligencia (IQ) y la inteligencia emocional (EQ) no van de la mano, es decir, la gente muy inteligente tiene el mismo nivel de EQ que los demás, sin embargo, cuando una persona carece de EQ es dolorosamente obvio.
Las personas con un IQ elevado y EQ bajos, tienden a evaluar el mundo solamente por los logros obtenidos. Las emociones de las demás personas son irrelevantes. Esto es una lástima, porque - incluso - dentro de las personas con un alto IQ, son las que poseen un EQ elevado las que se desempeñan mejor y obtienen más logros.
5. Cuando fracasan, se dan por vencidos
¿Has visto alguna vez en un evento deportivo la cara que pone un atleta que todos suponían que ganaría, pero perdió? Las personas muy inteligentes caen fácilmente en la trampa de ver el fracaso como el fin del mundo, porque los éxitos continuos les hacen generar expectativas tan altas que el fracaso es difícil de tolerar. Deben aprender que el fracaso es tan sólo el cimiento del éxito.
6. No desarrollan determinación, agallas
Cuando las cosas se te dan sin esfuerzo, es fácil ver el trabajo duro como algo negativo (una señal de que no tienes lo que se necesita). Cuando las personas inteligentes no pueden completar algo de una manera rápida y sencilla, tienden a sentirse frustrados y avergonzados. Esto les lleva a hacer la falsa suposición de que si no pueden hacer algo con facilidad, hay algo mal con ellos. Como resultado, las personas inteligentes tienden a darse por vencidos y moverse a otra cosa, antes de que se den el tiempo para desarrollar el coraje necesario para tener éxito en el nivel más alto posible.
7. Son multitarea
Las personas inteligentes piensan muy rápidamente, lo que puede hacer que se impacienten con facilidad. A ellos les gusta hacer varias cosas a la vez de modo que no haya tiempo de inactividad. Piensan tan rápido, que creen que realizando varias tareas simultáneamente van a obtener mejores resultados. Sin embargo, la investigación de Stanford ha demostrado que éste no es el caso. No sólo la multitarea te hace menos productivo, sino que las personas que la practican en realidad tienen peores resultados que las personas que prefieren hacer una cosa a la vez.
8. No toman a bien los consejos
La gente inteligente por lo general tiende a menospreciar la opinión de los demás, lo que significa que no creen que nadie sea capaz de darles consejos útiles. Esto no sólo pone en peligro su crecimiento y desarrollo, sino que puede conducir a relaciones tóxicas, tanto personales como profesionales.
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