Desde las redes sociales, a nuestros portafolios o currículos en línea y sin olvidar nuestras cuentas de sitios de compra, la sociedad está firmemente atrapada en una telaraña - literalmente. Internet es ya una parte indispensable de nuestras vidas, de la que no podemos escapar, y cada día dejamos pistas de nuestra existencia que pueden permanecer por años si no es que indefinidamente.
¿Podemos borrarnos de la Web nosotros mismos? ¿Podemos hacerlo gratis?
La respuesta - como de seguro ya lo adivinaste - es que no es tan fácil. Dicen que lo que se sube a Internet es para siempre. Nunca faltará un stalker, lo suficientemente dedicado e inteligente que nos va a poder rastrear. Pero si eres dedicado y paciente, puedes llegar increíblemente cerca a la meta: eliminar cualquier rastro de tu existencia en línea.
Paso 1: Borra tus cuentas de redes sociales, de sitios de compra y de entretenimiento.
Las redes sociales son los lugares más obvios y por ende, los primeros a donde entraran a buscarte. Dichos sitios pueden revelar información personal (tu domicilio, por ejemplo), y además revelar información relevante acerca de tus intereses, grupos a los que puedas pertenecer, o eventos a los que piensas asistir - es decir, oro puro para quien desea rastrear tus movimientos.
Borrar tus cuentas de Facebook, Twitter e Instagram es lo obvio. No te olvides además de Google+ y LinkedIn. Cada una de esas plataformas tiene la opción (dentro de las Preferencias de Cuenta) de eliminar tu usuario. Facebook es un poco más truculento, la compañía te permite "desactivar" el servicio, pero va a seguir almacenando tu información por si quieres regresar. Para asegurarte de que tu cuenta en FB se borró de manera permanente sin la opción de recuperarla, necesitas llenar un formato y explicar exactamente por qué estás dejando el servicio.
No es suficiente borrarnos de las redes sociales. ¿En dónde más tienes membresía? ¿Netflix, Reddit, Spotify o Amazon? Entra a cada uno de esos servicios y borra tu cuenta, ya sea una cuenta de compras, para jugar, o de cualquier otra cosa. Aún si casi no utilizas ese servicio, con tan solo un poco de información basta para atar cabos y poder rastrear.
Si por alguna razón no puedes borrar tu cuenta, llénala con información falsa. Cambia tu nombre, domicilio, dirección de correo y cualquier otra cosa que pueda ser utilizada para revelar tu identidad.
Paso 2: Haz una búsqueda de tu nombre y borra cualquier rastro que se encuentres
Hasta ahorita ya borraste las cuentas obvias, las que más frecuentas, pero... ¿qué tal esa cuenta de MySpace que no utilizas desde el 2008? o ¿Ese viejo blog de cocina al que te suscribiste? Para descubrir todas esas cosas "no tan obvias", realiza una búsqueda y mira que aparece. Una vez que identifiques esas cuentas olvidadas, entra a cada una de ellas y elimínalas.
Aún después de que hagas lo anterior, vas a darte cuenta que algo de tu información aún aparece visible, quizás alguna foto de tu graduación, o de alguna vez que te subiste a cantar en el kareoke y te etiquetaron. Lo más posible es que no tengas acceso directo a las cuentas que subieron esa información, y vas a tener que contactar al administrador de la página, o webmaster para que las elimine.
Se paciente, explica lo mejor posible el por qué deseas que esa información sea eliminada. Si el webmaster no lo hace por voluntad propia, es posible que necesites tomar medidas legales. Eso de "medidas legales" suena más difícil de lo que en realidad es, no necesariamente necesitas contratar a un abogado.
Ahora, hablando de Google, es posible enviarles una solicitud legal para que eliminen cualquier información tuya que puedan tener almacenada en sus servidores. Este proceso toma bastante tiempo y no hay garantía de que Google acepte, pero bueno, no hay de otra.
Paso 3: Elimina resultados obsoletos
De modo que ya borraste tus cuentas, y todo ese otro contenido que fuiste encontrando, pero una búsqueda de tu nombre aún arroja resultados - aún que hayas cambiado tu nombre por uno falso. ¿Cómo puede ser esto? Los motores de búsqueda como Google o Bing almancenan información vieja de una página, esto para poder mostrar resultados de una manera más rápida.
Ambos, Google y Bing tienen herramientas para eliminar el contenido almacenado en su cache. Envíales el URL en cuestión y espera lo mejor, ya que no hay ninguna garantía de que vayan a hacerte caso.
Paso 4: Limpia tu información de esos sitios que coleccionan datos personales (sí, los hay)
Esperemos que para este punto las búsquedas de tu nombre arrojen muy pocos resultados. Aún que tu identidad no aparezca en una típica búsqueda en Google, varias compañías se dedican a recopilar información acerca de ti (bueno, no de ti en particular, ¡de todos!)
Compañías como Data brokers, Intelius y PeopleFinders monitorean la actividad en línea de millones de personas y vender esa información a clientes interesados en ella; normalmente dichos clientes son vendedores, pero nunca se sabe. Es mejor nunca dejar una puerta abierta, de modo que necesitas eliminar tu nombre de esos sitios.
Puedes hacerlo de manera personal, buscando tu nombre dentro de esos sitios y solicitar a cada uno de ellos que "por favorcito" borren tu nombre. La verdad es un proceso largo y cansado, requerirá que hagas muchas llamadas, envíes FAXes e incluso físicamente formatos en papel.
Hay alternativas. Servicios como DeleteMe te ofrecen hacer el trabajo sucio por ti. Pagando una membresía de un año por $129 dólares, DeleteMe borrará tu perfil público de las principales compañías recolectoras de datos, así como tu información de contacto, personal y fotos de ti, tu familia y tu casa. Cada tres meses te enviará un reporte de los avances logrados.
Paso 5: Contacta a tu compañía de teléfonos, elimina cualquier suscripción a listas de correo y borra tus cuentas de correo electrónico
Ya pasaste por todo ese proceso doloroso de eliminar tu identidad online. Ya solo te faltan tres cositas.
Primero, llama a tu proveedor de teléfono y asegúrate que tu información no se encuentre listada en línea. En caso de que sí esté listada, pídeles que la eliminen.
Entra a tu folder de spam/basura y elimina cualquier suscripción a listas de correo o boletines. No quieres ninguna evidencia de que esa cuenta de correo existe. Para reforzar este paso, borra cada una de tus cuentas de correo. Es importante que no las borres en ninguno de los pasos anteriores, son necesarias para recuperar contraseñas olvidadas o para establecer comunicación.
Recuerda, no es suficiente con desactivarlas; necesitan ser eliminadas de raíz.
De hecho... probablemente aún existas. Como mencionamos, es increíblemente difícil eliminar tu presencia de Internet, pero siguiente estos pasos, vas a llegar lo más lejos a lo que un ser humano convencional puede.
Es verdad, en algún lugar, de alguna manera, va a quedar un rastro de información acerca de ti. Algún post en un blog olvidado, quizás un vídeo viejísimo de Youtube, pero ya lograste que rastrearte sea considerablemente más difícil. Sí antes cualquier stalker podía encontrarte, ahora, serán necesarios los mejores detectives web para atraparte. ¡Suerte!