1. Ellos huelen las rosas (¿en serio?).

Los que están más felices saben cuándo parar y estar presente en el momento. Ellos reducen la velocidad en la que viven su vida y prestan atención, y no viven dentro de sus pantallas. Ellos saben que cada momento importa, y saborean todas las experiencias de la vida. Incluso en tiempos difíciles, no tratan de escapar, en su lugar encuentran algo hermoso o positivo en qué centrarse. 

2. Ellos no sudan por las pequeñas cosas.

La gente feliz concentra sus esfuerzos sólo en las cosas que cumplen dos pruebas: Tiene que ser realmente importante, y tiene que estar dentro de su control. Aprender a ignorar cosas de las que no se puede hacer nada, o no son buenas para utilizar tu tiempo, es una de las formas más seguras de ser feliz. 

3. Ellos persisten en tiempos difíciles.

La gente feliz prospera en los desafíos. Ellos miran el fracaso no como un mal final, si no como una configuración para volver a intentarlo de nuevo, a un nuevo y mejorado esfuerzo. Ellos entienden que los caminos difíciles a menudo conducen a hermosos destinos. Los que pueden dejar el pasado, soltarlo sin problemas y trabajar con lo que se han convertido no sólo como las personas más felices sino también las más exitosas, porque ellos saben cómo persistir en los tiempos difíciles. 

4. Ellos se comprometen a sus objetivos y visiones.

Los que son más felices, sueñan en grande, y terminan convirtiendo sus sueños en metas y se ponen a trabajar para lograrlos. Ellos entienden que cualquiera de estos elementos sin el otro es motivo de frustración e insatisfacción. Tienes primero determinar qué es lo que quieres y por qué lo quieres, entonces te comprometes y haces lo posible para llegar a tu meta. 

5. Ellos se rodean de personas felices.

Las personas felices saben que la compañía que escojas tiene un gran impacto en cómo te sientes, lo que piensas y cómo actúas. Estar rodeado de personas positivas te da una perspectiva positiva y las personas negativas son infecciosas. Puede que no sea posible evitar por completo la exposición a personas negativas y crónicamente gente insatisfecha, pero puedes minimizar sus efectos al negarte en participar en sus patrones de pensamiento. 

6. Ellos cuidan sus cuerpos.

El cuerpo y la mente están conectados, por lo que si no te encargas de tu energía física, tu energía mental no puede prosperar. Cuando alimentas a tu cuerpo con un buen sueño, buena comida, y ejercicio, estás consolidando tu alma. 

7. Ellos desarrollan estrategias de supervivencia.

Nuestro carácter está moldeado por la forma en la que reaccionamos a las circunstancias - especialmente cuando las cosas van mal. Un arsenal fuerte de estrategias de adaptación permite a la gente feliz liderar de manera positiva los desafíos. Estar preparado para los tiempos difíciles previene a los problemas de la vida en que se conviertan en abrumadores y la buena gestión de las malas experiencias nos conduce al crecimiento y la felicidad. 

8. Ellos dan más de lo que reciben.

La gente feliz prefiere dar que recibir. Ellos saben que mientras más den, más obtienen. La generosidad y el compromiso de ayudar a otros les generan felicidad y los lleva al éxito. La mejor manera de ser feliz es dar lo que tienes a otros.

9. Ellos se paran en la fina línea de la incomodidad 

Los logros no suceden sin tomar riesgos, y las personas felices nunca se conforman en estar en lugares donde se sienten a gusto. Ellos no esperan por el momento perfecto -- ellos hacen el momento perfecto con su disposición a ser incómodo. 

10. Ellos nutren sus relaciones.

Es casi imposible ser feliz en la ausencia de relaciones significativas profundas. La conexión con los demás fomenta la felicidad, en una manera en la que construye conexiones profundas - permitiendo gente en tu vida - y permitiéndoles que acepten tu pasado, soporten tu presente y fomenten tu futuro.